“Algunas personas creían en la idea de que estas cosas (la inteligencia artificial) realmente podrían volverse más inteligentes que los humanos. Pero la mayoría de la gente pensaba que eso estaba muy lejos de pasar. Y yo pensé que estaba muy lejos. Pensé que faltaban entre 30 y 50 años o incluso más. Obviamente, ya no pienso así”.
Geoffrey Hinton entrevistado por The New York Times
A inicios de esta semana, The New York Times publicó una exclusiva que sacudió al mundo: una entrevista con Geoffrey Hinton, denominado el padrino de la inteligencia artificial. En este artículo, Hinton confesó estar asustado de la rapidez del desarrollo de la IA. La declaración del experto está ligada a la integración de ChatGPT a Bing, el motor de búsqueda de Microsoft. Este suceso ha desencadenado una carrera entre Microsoft y Google, las 2 empresas más grandes de la tecnología.
Pero esta no es la primera vez que como humanidad nos encontramos en medio de una carrera hacia la innovación. Hay que recordar la competencia de Estados Unidos con Rusia, a mitad de la guerra fría, por llegar a la luna; o, más reciente, la pelea entre Jeff Bezos y Elon Musk por desarrollar un satélite que brindara servicios de internet desde el espacio.
Sin embargo, quizás esta sí sea la primera ocasión en la que debamos detenernos un momento para reflexionar: ¿cuál es nuestra razón para innovar?
Los inicios de ChatGPT
El boom de esta herramienta de IA comenzó a inicios de diciembre del 2022, cuando la empresa OpenAI liberó la versión GPT3.5 al mundo para su uso gratuito. Pero ¿qué es ChatGPT? ¿cómo funciona y por qué vale la pena detenerse a reflexionar sobre la innovación?
ChatGPT genera texto a partir de “conversaciones” que tiene con sus usuarios (si aún no la has utilizado, puedes hacerlo aquí). Se ha utilizado para saber qué cocinar, planear tours por alguna ciudad y hasta para que este chatbot les explique memes. A pesar de lo increíble que suena, la preocupación por esta app está en el significado de sus siglas GPT, que significan Generative Pre-Trained Transformer (Transformador Generativo Preentrenado).
ChatGPT utiliza una tecnología, desarrollada por Hinton, llamada “red neuronal”: una innovación que imita el comportamiento de las conexiones neuronales que tiene el cerebro humano. Este es el comportamiento de la IA que es más preocupante. Si bien tiene una gran capacidad de procesamiento, puede utilizarse para esparcir información falsa y no solo eso: la probabilidad de que desarrolle una inteligencia superior a la humana es alta.
La ética de la innovación
Hasta ahora, se ha considerado que lo más importante por considerar antes de innovar es lo siguiente: ¿qué es lo que esta innovación va a aportar y a quiénes va a beneficiar? Pero cuando el avance tecnológico es impulsado por el capricho de llegar primero que el otro, los beneficios, las consecuencias e incluso la razón para crear pasan a segundo plano.
Al final del día, quienes están detrás de estos inventos son personas que tienen ambiciones, lo cual no está mal: pero sí es necesario que sus equipos de trabajo tengan una diversidad de pensamiento para enriquecer los productos que generan. Y, con el más reciente dilema de ChatGPT y la IA, quizás no sea mala idea que incorporen retroalimentación no solo de los clientes, sino de los públicos a los que pretenden ayudar.
Y ahora, ¿qué sigue?
En todos los cambios de paradigmas a los que se ha enfrentado la humanidad, hay algo que sin falla ha hecho para avanzar: adaptarse, transformarse y actualizarse. Una buena manera de adaptar esta tecnología para nuestro beneficio es someterla a un proceso de Design Thinking, pues esto permitiría analizar con mayor profundidad los riesgos que esta tecnología tiene para los trabajadores. Y tú, ¿qué opinas con respecto a este tema? ¿cuál es la solución que brindarías? ¡Cuéntanos en nuestra sección de comentarios!