Estamos viviendo un momento de la historia donde la creatividad y la innovación abundan. Desde la creación de nuevas apps hasta novedosos productos que nos facilitan la vida. Las tendencias en el mercado pueden fluctuar, pero los últimos años nos han enseñado una constante irrefutable: la mejor manera de mantenerse relevante es crear, probar y aprender.
Pero, ¿qué relación tiene con los prototipos y por qué es una buena idea comenzar a prototipar? Aquí, nuestra experta en el tema nos comenta más sobre esto.
Conoce a nuestra guest speaker
Gloria es Licenciada en Diseño Industrial y cuenta con una Maestría en Diseño Gráfico, así como certificaciones en Materiales Sustentables para el Diseño y el DesignThinking.
Se ha destacado como Directora de Estrategia de Arte y Diseño y Coordinadora de la Carrera de Diseño y Desarrollo de Productos. Ha participado como coach en la iniciativa Global Challenges 2021. Actualmente, se desempeña como consultora en innovación y diseño de experiencia del usuario, así como profesora de cátedra.
Lo Fi Prototypes
En el workshop de Lo Fi Prototypes, la diseñadora Gloria Hernández comenta que los prototipos nos sirven “Para relacionarnos con los volúmenes en las formas, para pensar en cómo resolver un problema”; este ejercicio de prototipado nos ayuda a visualizar el funcionamiento, tamaño o incluso la comodidad que nuestra idea le aportará a nuestro público antes de realizar una inversión considerable de tiempo y/o dinero en el desarrollo de nuestra idea. Gracias a los avances de la tecnología, ahora es posible elegir entre elaborar un prototipo físico o uno digital: siendo la última una opción que se puede acomodar al tipo de proyecto, interacción deseada con el usuario, presupuesto proyectado y los materiales necesarios.
El comienzo de un prototipo
Para comenzar nuestro proceso de prototipado, lo primero que debemos de hacer es visualizar el producto o servicio.
Todo proceso creativo comienza con el pensamiento visual, que es donde comenzamos a definir detalles sobre las funcionalidades y el propósito del proyecto. Al respecto, Gloria menciona que “El pensamiento visual te hace expandir tus ideas y las potencializa para poder compartirlas con otros y transformarlas”. Una de las ventajas de elaborar un Lo Fi prototype (o prototipo de baja fidelidad) es incentivar la participación de otras personas. La diversidad de visiones nos ayuda a resolver distintos problemas para construir un prototipo más completo.
El prototipo que lo cambió todo
Un caso muy famoso de un Lo Fi prototype es el del Palm elaborado por Jeff Hawkins. Antes de hacer lo que sería el primer asistente digital, Hawkins se planteó una pregunta muy importante: ¿estarán dispuestos los usuarios a utilizar este producto? Para ponerlo a prueba, elaboró un prototipo de baja fidelidad, un bloque de madera del tamaño aproximado de la Palm, con el cual cargó durante una semana en sus actividades diarias para verificar qué tan amigable era usarlo. Este experimento le permitió hacer modificaciones para ajustar su producto a la comodidad de su público antes de lanzarlo a la venta.
Cómo dar el primer paso
Entonces, ¿cuáles son los requisitos por cumplir para construir un prototipo de baja fidelidad? Únicamente son 2, tener una idea y ¡divertirse con ella! Lo más importante no es hacer un prototipo perfecto, según Gloria Hernández: “…cualquier material que tengas a tu alcance en tu oficina, en tu casa, es válido para hacer un prototipo de baja fidelidad”. Esto quiere decir que cualquier persona que tenga una idea para un producto o servicio puede ponerla a prueba aunque tenga recursos limitados.
¿Quieres conocer más sobre los Lo Fi Prototypes? Te compartimos el workshop completo que tuvimos con Gloria Hernández y Juan José Cervantes.
Para aprender más:
The Design Thinking Toolbook, Michael Lewrick
Design Kit: Mindsets
An introduction to Design Thinking, Michael Shanks