Ana Paula Andreu¿Alguna vez has escuchado hablar sobre la capacidad de resiliencia? ¿Qué significa exactamente esta palabra?
¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia es un concepto que se estudia en el campo de la física para los materiales que son sometidos a impactos o variaciones bruscas de estímulos, que pueden aparecer circunstancialmente, se dice que un material es resiliente cuando después de aplicar estos estímulos, no aparecen deformaciones y el material mantiene sus propiedades sin alteraciones.
La psicología adopta este concepto considerándola como la capacidad que tienen las personas de superar y adaptarse a situaciones de crisis y de ser capaces de tener un desarrollo exitoso, en este proceso se ve implicada nuestra habilidad de afrontar la adversidad, incluyendo otros factores como:
La capacidad de hacer planes realistas y seguir los pasos necesarios para llevarlos a cabo.
Una visión positiva de nosotros mismos y confianza en nuestras fortalezas y habilidades.
Habilidades de comunicación y solución de problemas.
Capacidad de manejar nuestros sentimientos e impulsos.
¿Cómo ser más resiliente?
Tara Parker-Pope, en su publicación para el New York Times del 31 de julio del 2017, nos propone algunos consejos para aumentar nuestra capacidad de resiliencia los cuales te comparto a continuación:
1. Se optimista.
No significa ignorar la realidad, si no reconocer las oportunidades que pueden generar las circunstancias negativas, para ello es necesario realizar un profundo ejercicio de introspección (conocernos a nosotros mismos) y tener un amplio sentido crítico del mundo que nos rodea.
2. Reescribe tu historia.
Ser conscientes de que la vida puede cambiar rápidamente es fundamental, transformar nuestro discurso puede moldear nuestra forma de ver el mundo y de percibirnos a nosotros mismos, replantearnos nuestros conflictos como una oportunidad de crecimiento.
3. No te lo tomes personal.
Muchas veces, tendemos a culparnos a nosotros mismos de los problemas que tenemos y pensar acerca de lo que “hubiéramos hecho diferente” es importante recordar que siempre existen muchos factores que contribuyen a los problemas y que no los podemos controlar.
4. Recuerda casos de superación.
En tiempos difíciles a menudo recordamos que otras personas se han encontrado en la misma situación o incluso en alguna peor pero han superado estas circunstancias, identificarnos con estas personas y conocer su historia nos puede ayudar a mejorar nuestro estado de ánimo.
5. Apoya a otros.
La gratitud, el altruismo y el sentido de propósito están presentes en personas con resiliencia, diversos estudios confirman que cuando apoyamos a quienes más lo necesitan desarrollamos esta capacidad.
6. Descansa del estrés.
Nunca eliminaremos el estrés de nuestra vida, por lo tanto, necesitamos aprender a dominarlo y recuperarnos, incluso cambiar nuestra relación con él. Caminar, meditar, platicar con nuestros seres queridos, son maneras de descansar del estrés.
La resiliencia nos lleva a mantener un balance en nuestras vidas y a la aceptación de que los cambios son parte de nuestro desarrollo personal, la resiliencia es un proceso que requiere tiempo, esfuerzo y mucha creatividad, el momento que estamos viviendo nos da la oportunidad de innovarnos y reinventarnos, date la oportunidad.
Colaboración: Elizabeth García
especialista en Salud Mental: egarcia@cedim.edu.mx./ departamento COA.
Ana Paula Andreu
Ana Elisa Villazana Reyes
