Cerrando la brecha de la creatividad por Juan José Cervantes

El futuro nos alcanzó. Estamos viviendo tiempos sin precedentes y de crecimiento exponencial. Utilizar el término VUCA nunca había sido tan apropiado para describir nuestro mundo. Los vestigios de una pandemia por COVID-19, cadenas de suministro comprometidas, la llegada del Metaverso, la rápida adopción de criptomonedas, calentamiento global, Inteligencia Artificial presente,  estas son algunas de las cosas que podemos nombrar que están forjando nuestro futuro.
 
Los líderes de las organizaciones enfrentan un camino extremadamente incierto. 

Algunos datos extras  

Un reporte de McKinsey & Company indica que para el 2030 se espera que 800 millones de trabajadores a nivel mundial sean reemplazados por robots. El mismo estudio indica que en economías como EUA y Alemania hasta un tercio de la fuerza laboral en 2030 deberá aprender nuevas habilidades y encontrar un nuevo trabajo.  

Yuval Noah Harari (autor del best seller: Sapiens) describe este momento como el surgimiento de la clase “inútil”: esto podría causar una catástrofe económica, ocasionada por desemplear a tantas personas. También, expertos del futuro del empleo nos hablan de un mayor surgimiento de oportunidades laborales que las que se perderían. El problema, o su solución en todo caso, es una actualización en las competencias laborales en los próximos años.  

El empleado y la creatividad
Ilustración de Rebekka Dunlap, “The Secret to my Success?” 

¿Qué hacemos ante este panorama? 

De acuerdo con el Foro Económico Mundial en su reporte de 2020 los empleados necesitarán recapacitarse en habilidades como pensamiento crítico, resolución de problemas y creatividad.  

Sobre esta última habilidad existe una gran brecha. Nuestros sistemas y estructuras sociales han sido diseñadas y construidas para la era industrial, una era que estamos dejando rápidamente atrás. Estamos abandonando a la productividad como la métrica clave de éxito. Estamos entrando a una economía emergente llamada la “economía creativa”, donde dejaremos de priorizar skillsets (conjunto de habilidades) que la era industrial nos exigía para adentrarnos en la era de los mindsets (mentalidades). 

La importancia de la creatividad 

Como líderes necesitamos entender y promover la creatividad en nuestras organizaciones. Si hablamos desde sus definiciones, la creatividad puede tener muchos significados. En 1961 Mel Rhodes intentó encontrar una sola definición para este término, pero se encontró con más de 40 definiciones de creatividad. En su análisis identificó términos que se interconectaban y esto lo llevó a proponer un modelo para pensar, hablar y entender la creatividad – las 4 P de la creatividad: personas, producto, proceso y ambiente (press of environment or place). 

Hacia la creatividad en el futuro
Ilustración de Bee Johnson, “Follow the Leader” 

Cada elemento es una parte característica de la creatividad: no pueden ser separados y al mismo tiempo cada una representa un facción de lo que es la creatividad.  

Persona – debemos de entender lo que hace que una persona sea creativa: características, hábitos, pensamientos, etc. 

Proceso – es CÓMO las personas son creativas, es decir los pasos que siguen para poder crear. 

Producto – son las “cosas” que son resultado de la actividad creativa. Son los atributos que distinguen a este producto creativo de otro. 

Ambiente – es lo que rodea a la persona: ¿Cómo es el entorno?  ¿habilita o merma la creatividad de la persona? 

Así que la proxima ocasión que como líder escuches a un colaborador decir: ¡No soy creativo! Reflexiona y pregúntate: ¿Sobre qué producto se refiere? ¿qué proceso pudieran aprender para ser creativos? ¿cómo los puedes habilitar en este tema? ¿qué ambiente puedo generar para que florezca su potencial creativo? 

Para conocer más sobre “Las 4 P de la creatividad” regístrate a nuestro próximo webinar impartido por Juan José Cervantes aquí. 

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