La desmitificación de Design Thinking por Alicia Chavero

Las metodologías de innovación y diseño nos brindan espacios para desarrollar proyectos con la seguridad de que sabemos por dónde debemos empezar y cuándo y cómo debemos terminar: este es el caso del Design Thinking.  
 

En los últimos años hemos vivido una época dorada en la profesión: cada vez más compañías han incorporado la disciplina del Diseño en el día a día, y hoy pocas se atreven a tomar decisiones de producto sin antes pasar por las fases de investigación, análisis, ideación y testeo o pivotación. Si hace 10 años necesitábamos de muchos argumentos para defender la utilidad de la disciplina en el día a día, hoy podemos estar tranquilos de que las cifras demuestran que tiene sentido invertir en diseño, e incorporar a profesionales expertos en sus métodos y herramientas.  

Ahora bien, como pasa en todas partes, una cosa es la teoría vista en las escuelas de o centros de negocios, donde mostramos las bondades de las metodologías de diseño o de innovación, y otra es la realidad práctica, donde suceden muchas cosas que nadie nos ha contado en el aula.  

Design Thinking: teoría vs. experiencia

He dedicado los últimos 15 de años de mi vida a combinar los espacios formativos con la consultoría de diseño e innovación, con el objetivo de disminuir la brecha entre la teoría académica y la práctica empresarial. Durante todo este tiempo, he pasado por los mismos momentos por los que una persona pasa cuando conoce a alguien de quien se enamora perdidamente: al inicio de mi relación con la disciplina del diseño en general, y de Design Thinking en particular, solo tenía ojos para ella, y toda ella me generaba amor, respeto, cariño, y si me apuras, una vehemencia a la hora de defender sus bondades y su incuestionable aportación al negocio.  

Carla Garrido, Philosophy Illustration I

Después, me di cuenta de que no era tan perfecta; que tenía cosas que no me gustaban, y de manera inconsciente, comencé a reflexionar sobre esos puntos débiles que consideré debían completarse con otros elementos, como eran el conocimiento de los negocios y de la estrategia empresarial, así como profundizar en el conocimiento humano para saber cómo sacarle partido  

Durante este tiempo he ido aplicando nuevos conocimientos a los proyectos que he desarrollado, de tal manera que podría afirmar que tengo una forma muy personal de llevar acabo proyectos de innovación y diseño aplicando las metodologías que provienen de la filosofía de Human Centered Design, como Design thinking, Service design, o Business design.  

Considero que es muy importante que los profesionales que vamos contando con cierta experiencia podamos compartir con la Comunidad nuestros aprendizajes y nuestros errores, porque llegado un momento, la mejor forma de aprender es conocer cómo los demás salieron al paso en momentos complicados.  

¿Quieres saber más acerca de la experiencia de Alicia Chavero con el Design Thinking en su carrera profesional? Te invitamos a ver el webinar que tuvimos con ella:

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